El fútbol juvenil tiene un nuevo nombre que empieza a resonar con fuerza: Yassir Zabiri. El delantero marroquí fue la gran figura de la final del Mundial Sub-20 disputado en Chile, donde Marruecos venció 2-0 a Argentina y se coronó campeón por primera vez en su historia.
Zabiri, nacido en Marrakech en 2005, deslumbró al mundo con dos goles que sellaron la victoria africana. El primero llegó al minuto 12 con un tiro libre impecable; el segundo, tras una jugada colectiva que lo dejó solo frente al arco argentino. Con apenas 20 años, el atacante del Famalicão de Portugal demostró velocidad, técnica y una madurez táctica que lo convierten en una promesa seria del fútbol internacional.
La victoria de Marruecos no solo rompe la hegemonía sudamericana en la categoría, sino que marca un hito para el fútbol árabe y africano. Es el segundo país del continente en ganar este torneo, después de Ghana en 2009. Argentina, que llegaba como favorita tras una campaña perfecta, se vio superada por la intensidad y el orden táctico del equipo dirigido por Mohamed Ouahbi.
Este triunfo refleja el crecimiento sostenido del fútbol marroquí, impulsado por inversiones en infraestructura, academias juveniles y una visión estratégica que empieza a dar frutos. Zabiri, con su actuación estelar, podría estar en la mira de clubes europeos, y su nombre ya se asocia con el futuro del fútbol africano.
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