El Ministerio de Salud y Protección Social ha declarado emergencia nacional debido a la expansión de la fiebre amarilla, una enfermedad viral que históricamente se concentraba en zonas selváticas y amazónicas pero que ahora ha comenzado a registrarse en regiones urbanas y de gran actividad humana.
El viceministro de Salud Pública, Jaime Hernán Urrego, explicó que los nuevos casos han surgido en áreas como la cuenca del río Magdalena, el norte y sur del Tolima, la zona cafetera de Neira (Caldas), el departamento del Meta y con posibles brotes en la Orinoquía. Este cambio geográfico representa un riesgo significativo de urbanización de la fiebre amarilla, lo que podría aumentar su impacto en la población.
El impacto del cambio climático en la transmisión del virus
Uno de los factores clave detrás de esta expansión es el comportamiento del mosquito Aedes aegypti, principal transmisor de la fiebre amarilla. Según Urrego, este mosquito solía encontrarse en altitudes de hasta 1.800 metros sobre el nivel del mar, pero ahora ha sido detectado transmitiendo el virus hasta los 2.200 metros. Estudios del Instituto Nacional de Salud indican que en Antioquia se han identificado casos de dengue transmitidos por este mosquito en alturas de hasta 2.300 metros. Esto sugiere una adaptación del insecto a los cambios en los ecosistemas derivados del calentamiento global, lo que podría facilitar la propagación del virus en áreas urbanas.
Emergencia nacional y medidas preventivas
El viceministro enfatizó que el país enfrenta una emergencia sanitaria debido a la posibilidad de que la fiebre amarilla pase de un ciclo silvestre a un ciclo urbano. La tasa de mortalidad entre los casos confirmados se encuentra en un preocupante 45 %, lo que aumenta la necesidad de una respuesta rápida y efectiva.
Actualmente, la fiebre amarilla no tiene cura, y solo existen tratamientos paliativos para aliviar los síntomas. La mejor estrategia de protección es la vacunación, que ha demostrado ser altamente eficaz en la prevención de la enfermedad.
Información clave para la ciudadanía
Autoridades sanitarias han emitido una serie de recomendaciones y aclaraciones para la población:
- Existen dos ciclos de transmisión: silvestre y urbano, aunque cada uno es provocado por mosquitos de diferentes especies.
- La fiebre amarilla no se transmite entre humanos, solo a través de la picadura de un mosquito infectado.
- La vacuna es gratuita, segura y eficaz, y proporciona inmunidad de por vida con una sola dosis.
- Todas las personas, sin límite de edad, pueden vacunarse. Anteriormente se recomendaba hasta los 59 años, pero ahora la vacuna es accesible desde los 9 meses de edad.
- Las personas mayores de 60 años deben responder algunas preguntas para detectar posibles contraindicaciones antes de vacunarse.
- La inmunidad de la vacuna comienza a desarrollarse a los 10 días y alcanza una efectividad del 99 % a los 30 días.
- Aquellos que no recuerdan si han sido vacunados y no tienen registro en bases de datos pueden optar por recibir una nueva dosis si se encuentran en zonas de riesgo.
- La aplicación de la vacuna se realiza en EPS, instituciones de salud públicas y algunos centros privados.
Alerta sobre la transmisión en primates
El mosquito Aedes aegypti también puede infectar a monos (primates no humanos), quienes sirven como indicadores tempranos de la circulación del virus. En caso de encontrar monos muertos sin causa aparente, se debe informar de inmediato a las autoridades ambientales y sanitarias para que se realicen las pruebas correspondientes.
La expansión de la fiebre amarilla hacia zonas urbanas representa un desafío crítico para la salud pública. Las autoridades instan a la población a tomar precauciones y a vacunarse para frenar la posible propagación del virus y evitar mayores complicaciones en el país.
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