septiembre 11, 2025

El falso servicio: una trampa criminal que se esconde tras la apariencia de trabajo

Autoridades alertan sobre el aumento de secuestros bajo engaño en Colombia y llaman a la ciudadanía a extremar precauciones

En Colombia, una modalidad delictiva ha venido ganando terreno silenciosamente, aprovechándose de la necesidad laboral y la confianza de las personas: el llamado “falso servicio”. Esta práctica, que combina engaño, manipulación y violencia, ha dejado víctimas en distintas regiones del país, especialmente en zonas rurales y periféricas.

🎭 El engaño comienza en redes sociales

Los delincuentes operan con astucia. Utilizan plataformas digitales como Facebook, WhatsApp y páginas de clasificados para publicar ofertas de servicios —trasteos, construcción, transporte, compra y venta de productos— que aparentan ser legítimas. Una vez que una persona muestra interés, comienza el contacto telefónico.

Con lenguaje amable y profesional, los criminales ganan la confianza de sus víctimas. Les solicitan datos personales, detalles del servicio, y finalmente los citan en lugares apartados, bajo el argumento de que allí se realizará el trabajo o la entrega.

📍 Zonas controladas: el punto de quiebre

Al llegar al sitio indicado, la víctima se encuentra en una zona controlada por los delincuentes. Allí, es intimidada, retenida contra su voluntad y obligada a comunicarse con sus familiares. Los criminales suplantan ser miembros de grupos armados ilegales, aumentando el miedo y la presión.

El objetivo es claro: exigir dinero por su liberación. Las sumas varían, pero el patrón es el mismo: se solicita una consignación inmediata, bajo amenaza de represalias si no se cumple en cuestión de horas.

“Es una modalidad que mezcla el secuestro exprés con el engaño digital. Las víctimas no son seleccionadas al azar, sino que son perfiladas cuidadosamente”, explica el capitán Andrés Ríos, vocero del GAULA de la Policía Nacional.

⚠️ Impacto psicológico y social

Más allá del daño económico, el “falso servicio” deja huellas profundas en las víctimas y sus familias. El trauma de haber sido engañado, retenido y extorsionado genera miedo, desconfianza y, en muchos casos, rechazo a futuras oportunidades laborales.

Además, esta modalidad afecta la economía informal, donde miles de colombianos dependen de servicios ocasionales para subsistir. La desconfianza generalizada puede debilitar redes de trabajo legítimas y solidarias.

🛡️ Prevención: la mejor defensa

Las autoridades recomiendan seguir estas medidas para evitar caer en esta trampa:

  • Verificar la identidad del solicitante: Pedir referencias, revisar perfiles en redes sociales y confirmar datos antes de aceptar cualquier servicio.
  • Evitar desplazamientos a zonas desconocidas: Si el lugar no es seguro o está alejado, solicitar puntos de encuentro públicos o acompañamiento.
  • No compartir información personal sensible: Como números de cuenta, direcciones exactas o rutinas diarias.
  • Denunciar cualquier sospecha: La línea 165 del GAULA está disponible para reportar casos y recibir orientación.

“No pague, denuncie. Cada denuncia ayuda a desarticular estas redes criminales y a proteger a otros ciudadanos”, enfatiza el GAULA.

📢 Un llamado a la conciencia colectiva

El “falso servicio” es una muestra de cómo el crimen se adapta a las dinámicas digitales y sociales actuales. Combatirlo requiere no solo acción policial, sino también educación ciudadana, solidaridad comunitaria y responsabilidad digital.

Desde los medios de comunicación, las instituciones y la sociedad civil, el mensaje debe ser claro: la prevención salva vidas. Y en tiempos donde la confianza es un bien escaso, protegerla es un acto de resistencia.


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