Las activistas colombianas Luna Barreto y Manuela Bedoya serán liberadas este martes por el gobierno de Israel, tras varios días de detención en el marco de la misión humanitaria Flotilla Global Sumud. Su retorno a Colombia marca el cierre de una intensa operación diplomática liderada por la canciller Rosa Villavicencio y el cónsul Enrique Piñero.
La historia de Barreto y Bedoya comenzó en aguas internacionales, cuando ambas se embarcaron en la Flotilla Global Sumud, una iniciativa internacional que buscaba llevar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. El pasado 1 de octubre, su embarcación fue interceptada por fuerzas militares israelíes a más de 150 millas náuticas de la costa. Junto a más de 400 activistas de 45 países, las colombianas fueron detenidas y trasladadas a una prisión en Sderot, al sur de Israel.
Manuela Bedoya, estudiante de Historia en la Universidad del Valle, y Luna Barreto, educadora social residente en Jordania, se encontraban en el barco HIO, uno de los principales navíos de la flotilla. Ambas han trabajado en procesos de memoria histórica, derechos humanos y acompañamiento a comunidades vulnerables, especialmente en Palestina.
La detención provocó una ola de reacciones diplomáticas. El gobierno colombiano, que calificó el hecho como una violación al derecho internacional y a los Convenios de Ginebra, activó gestiones con países aliados como Egipto, España y Turquía para exigir su liberación. La situación se tornó más compleja tras la decisión del presidente Gustavo Petro de expulsar la delegación diplomática israelí en Bogotá y anunciar la denuncia del tratado de libre comercio con ese país.
En medio de la presión internacional, Barreto y Bedoya aceptaron los cargos impuestos por Israel —ingreso ilegal al país— como vía expedita para su deportación, pese a que fueron interceptadas en aguas internacionales y trasladadas por la fuerza. Esta contradicción jurídica ha sido denunciada por organizaciones como Adalah, que reportaron agresiones y violencia durante el traslado de los detenidos.
Finalmente, este martes se concretará su liberación. Las colombianas viajarán desde Israel hacia Jordania, desde donde tomarán un vuelo de regreso a Colombia. La Cancillería ha confirmado que ambas se encuentran en buen estado de salud y recibirán acompañamiento consular durante todo el trayecto.
La liberación de Barreto y Bedoya no solo representa un triunfo diplomático, sino también un símbolo de resistencia humanitaria en medio de uno de los conflictos más prolongados del Medio Oriente. Su regreso será recibido con solidaridad por colectivos sociales, familiares y defensores de derechos humanos que han seguido de cerca su caso.
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